Las partículas de carbono son el componente principal de PM2.5 y son en gran parte responsables del cambio climático y la contaminación del aire.
El monóxido de carbono (CO) es un gas incoloro e inodoro que, en niveles altos, puede ser dañino para los humanos ya que compromete la cantidad de oxígeno transportado en la sangre.
El dióxido de nitrógeno (NO2) es un factor contaminante importante y se genera principalmente como un desperdicio de los procesos de producción de energía y como un desperdicio de los procesos industriales.
El ozono a nivel del suelo es uno de los componentes principales del smog fotoquímico y un riesgo fundamental para la salud relacionado con problemas respiratorios como el asma, la función pulmonar reducida y las enfermedades respiratorias.
Las partículas finas (PM) son partículas inhalables y transpirables compuestas de sulfato, nitratos, amoníaco, cloruro de sodio, carbón negro, polvo mineral y agua.
El dióxido de azufre (SO2) se produce principalmente por la combustión de combustibles fósiles (carbón y petróleo) y por la fusión de minerales que contienen azufre.